10 competencias emocionales para crecer personal y profesionalmente

Vivimos acostumbrados a que las empresas nos contraten por las capacidades intelectuales y a ser despedidos por nuestras falta de competencias emocionales. 

No creas que exageramos, sucede a menudo. Durante mucho tiempo, las empresas han puesto el foco en los aspectos más técnicos de los empleados: conocimiento sobre documentación de software, ejecución de informes y pruebas unitarias, experiencia en entornos de computer visión, herramientas y sistemas, etc. Claro, todo depende del puesto.

Pero… ¿Dónde quedan las emociones? ¿Qué lugar ocupan en el crecimiento personal y profesional de los empleados?

Lo cierto es que las empresas se fijan cada vez más en la inteligencia emocional de los talentos que contratan por varias razones: son más productivos, se mejora la comunicación organizacional, aumenta la satisfacción de los trabajadores, mejora el servicio de atención al cliente y un largo etcétera que descubrirás a lo largo de este post. 

¿Te sientes preparado para comenzar?

¿Crecimiento personal y profesional? Las competencias emocionales que necesitas

Estás a punto de salir al mundo laboral, o puede que ya hayas encontrado tu primer empleo. No importa. Durante la marcha, tendrás que tomar decisiones que implican mucha responsabilidad, y puede que te encuentres al borde del bloqueo. ¿Reconoces esa angustia que no te deja actuar con claridad? Para alcanzar la autonomía emocional necesitas reconocer la emoción que sientes en el mismo momento en que surge. Y además, aprender a gestionarla hacia el exterior. 

Por eso, vamos a empezar por contarte cuáles son las competencias emocionales que necesitas desarrollar:

  1. Trabajo en equipo. Es el esfuerzo integrado junto a otras personas para realizar un proyecto y enfocarlo a una misma meta.
  2. Autoconfianza. Es la capacidad de tener una percepción muy clara de nuestro valor y de nuestras capacidades.
  3. Autocontrol. Implica la gestión adecuada de nuestras emociones y que estas no sean quienes nos controlan a nosotros.
  4. Paciencia. Junto a la tolerancia, es una herramienta ideal para controlar nuestras reacciones.
  5. Asertividad. Está estrechamente ligada a la autoestima, al respeto y al aprecio por uno mismo y por los demás. 
  6. Empatía. Es la capacidad de sintonizar con las emociones, sentimientos y preocupaciones de otras personas.
  7. Control del estrés. No solo en el terreno laboral, también en el personal.
  8. Altruismo. Implica velar por el bien de los demás sacrificando los intereses propios.
  9. Autonomía. Podemos entenderla como un concepto amplio que incluye un conjunto de características relacionadas con la autogestión emocional.
  10. Capacidad de toma de decisiones. Gracias a la inteligencia emocional, seremos más capaces de tomar mejores decisiones.

Para crecer personal y profesionalmente se necesita un grado muy alto de autoconciencia. Es importante que comprendas esto: si quieres hacer del mundo un sitio mejor, échate un vistazo a ti mismo y cambia. 

Estás muy equivocado si crees que la causa de tu estado emocional está en el entorno y tú eres su efecto. Al contrario, la causa vive en ti, en tu mente, en aceptar que manifiestas todo aquello que vive en tu subconsciente. 

El mundo exterior es solo un espejo.