trabajo en equipo

Cómo mejorar tu calidad personal y de vida aplicando la inteligencia emocional

¿A qué llamas calidad de vida? ¿Por qué es mejor que el nivel de vida? ¿De qué depende dicha calidad? ¿En qué punto se encuentra la tuya?

A pocos menesteres dedicamos más tiempo los seres humanos que a ir en busca de la felicidad a través de los pequeños detalles: una reunión con tus amigos en tu restaurante favorito, un paseo nocturno por la playa… La calidad de vida depende de lo que a ti te haga feliz y debe ser prioritaria para todas las personas. 

El nivel de vida difiere de la calidad porque bajo su sombra somos incapaces de saciarnos completamente. Somos seres inconformistas: si tenemos dinero, necesitamos más; si tenemos demasiado amigos, quizá llegue a aburrirnos; si sueñas con un coche, lo quieres… Constantemente deseamos un nivel de vida superior al que tenemos. 

¿Crees que eso te va a hacer más feliz? Antes de contestar, te invitamos a acompañarnos en este post para aprender a mejorar tu calidad de vida, un concepto que implica bienestar físico, material, social y emocional. Es en este último en el que vamos a hacer stop.

5 consejos para desarrollar tu inteligencia emocional

Si mejoras tu nivel de inteligencia emocional, también mejoras tu calidad de vida. Es una cadena. Así que, aprende a gestionar tus emociones con estos ejercicios:

  • Dedica unos minutos de tu día a anotar cómo ha ido tu jornada emocional. 

Si has sentido tristeza, estrés, alegría… Te servirá para que al final de la semana hagas un balance de tus emociones y puedas comparar los resultados con otras semanas anteriores, conocerte más a ti mismo y encontrar la causa que provoca tu estado emocional. 

  • Escucha con atención a quienes te rodean.

Aunque parezca de lo más habitual, muchas veces escuchamos a las personas de manera pasiva, olvidándonos de las ventajas que nos aporta la escucha activa. Es una de las habilidades sociales más importantes del ser humano y no solo implica escuchar palabras, sino prestar también atención al lenguaje no verbal.

  • Medita, no solo para encontrar la calma.

La meditación es una técnica con grandes beneficios demostrados para quienes la practican. No solo sirve para calmarnos, también para entrar en contacto con nuestro interior y mejorar el nivel de inteligencia emocional. Con ella podemos reconocer nuestras emociones y ponerles nombre.

  • Pon en práctica la rueda de la vida. 

Es una técnica muy empleada en el coaching y permite obtener una visión más clara de lo que está ocurriendo en tu vida. Con ella, podemos percibir rápidamente aquellos aspectos a mejorar, aunque ni siquiera fuésemos conscientes de ello.

  • Realiza cursos de entrenamiento. 

Algunos proyectos formativos de aprendizaje han puesto el foco en el desarrollo de las principales competencias emocionales, con micro prácticas diarias. Los expertos en inteligencia emocional  pueden mejorar el rendimiento de las personas a través del desarrollo de su inteligencia. 

Es increíble cómo estos 5 consejos sencillos pueden cambiar la calidad personal y de vida de los seres humanos. ¡Ponlos en práctica, entrena tu mente y siente los beneficios de mejorar tu nivel de inteligencia emocional!

¿La inteligencia emocional determina la calidad de vida y la salud de las personas?

La respuesta es sí, aunque muchos todavía no lo sepan. El camino hacia la felicidad comienza en valorarse a uno mismo. Cuando tú te conoces y aprendes a decir lo que quieres de manera correcta, sin duda, te encuentras mucho mejor. 

Estamos en una época de cambios y no existen barreras que sirvan de excusa para empezar a introducir el cambio en nuestra vida y aprender a ser más flexibles. Las personas que desarrollan su inteligencia emocional se adaptan fácilmente a ellos y se protegen cuando es necesario, algo que, a largo plazo, determina nuestra calidad de vida y nuestro bienestar.

Cuando aprendemos a gestionar nuestras emociones, desarrollamos competencias emocionales clave para la vida: automotivación, autorregulación, flexibilidad, relaciones humanas, comunicación, resiliencia, etc. Quienes poseen estas características son capaces de adquirir habilidades para regular la intensidad y la duración de las emociones, sean positivas  o negativas. 

La vida diaria no es siempre fácil. Está llena de pequeños dolores, pequeñas frustraciones y grandes pérdidas. Por eso, es tan importante la capacidad para superar obstáculos. Podemos construir nuestro bienestar y nuestro futuro con inteligencia emocional y para que lo compruebes, te invitamos a descubrir hasta qué punto puedes ser más feliz gracias a tu capacidad para gestionar las emociones propias y ajenas.

En primer lugar, tu calidad de vida no viene marcada por un solo fenómeno, sino por múltiples escenarios: trabajo, salud, hogar, bienestar físico y mental, etc. Gracias al poder de la inteligencia emocional, las personas podemos mejorar el autoconocimiento, lo que tiene un impacto directo sobre la autoestima. También nos permite mejorar el rendimiento laboral, gracias a su influencia positiva sobre la productividad, la salud y el servicio de atención a los clientes.

Teniendo en cuenta que el estrés ya ha sido bautizado como la enfermedad del siglo XXI y sus riesgos, la inteligencia emocional puede protegernos frente a él si gestionamos correctamente nuestras emociones. Sobre todo, si somos conscientes de que la falta de empatía y la mala regulación de las emociones son los principales desencadenantes de las discusiones en el trabajo y, por tanto, del estrés en el ámbito laboral.

Trabaja tu inteligencia emocional, mejora tu calidad de vida y no permitas que tus emociones te desgasten día a día.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.