Cómo entrenar las competencias socioemocionales

Cómo entrenar las competencias socioemocionales

Piensa, ¿cuánto has cuidado tu cuerpo en las últimas 24 horas? Has dormido, has comido… ¿Y cuántos ejercicios has hecho para entrenar tu mente? Ese es nuestro gran reto para hoy.

¡Empezamos! 

Definiendo las competencias socioemocionales

Las entendemos como el conjunto de conocimientos, capacidades, habilidades y actitudes necesarias para comprender, expresar y regular de forma apropiada los fenómenos emocionales. 

Como sabrás, no es tan fácil como parece desarrollarlas si no se construyen los hábitos adecuados, ni se sigue un proceso de entrenamiento idóneo.

Piensa por un momento en las competencias. Nos conducen a resultados positivos tanto en el trabajo como en otros ámbitos ¿verdad? Muchos modelos incluyen competencias emocionales, como la automotivación o la autoconciencia, y sociales, como el trabajo en equipo o la empatía. Todas ellas aseguran un desempeño sobresaliente. Y mejor aún, pueden ser desarrolladas en cualquier momento de nuestra vida. 

Lo único que necesitas es predisposición, toma de conciencia y un método de aprendizaje práctico.

5 competencias socioemocionales básicas en el trabajo

Antes de conocer cualquier método de entrenamiento de las competencias socioemocionales, vamos a hacer un repaso de cuáles son las más importantes en el mundo laboral:

  • Liderazgo. Tiene mucho que ver con la capacidad para manejar y comprender las emociones con el fin de que no perjudiquen a nuestros objetivos profesionales.
  • Empatía. Ponerse en la piel de los demás para comprender sus sentimientos y emociones.
  • Gestión de conflictos. Es la capacidad para desarrollar soluciones positivas e informadas a los problemas que se presenten. 
  • Trabajo en equipo y colaboración. Capacidad para desempeñar un buen trabajo con el resto de compañeros, establecer acuerdos y sin perder de vista el objetivo común. 
  • Comunicación. Entendiéndola como la capacidad para iniciar y mantener conversaciones, así como expresar los pensamientos y sentimientos, tanto de manera verbal como no verbal.

No son las únicas competencias. De hecho, existen muchísimas otras, como la adaptabilidad, la tenacidad, la responsabilidad, el conocimiento de la organización, el respeto por los demás, la capacidad para controlar el estrés, entre otras.

¿Cómo entreno mis competencias socioemocionales? 

Vamos a entrenar juntos nuestra mente. Muchos empresarios y directivos buscan el éxito en el trabajo pensando que solo depende de los conocimientos técnicos y habilidades profesionales. Y es un gran error, porque el éxito está mayormente relacionado con la calidad de sus relaciones e interacciones con otros. Tiene sentido.

Cuando un líder es capaz de desarrollar sus competencias sociales, puede responder en consonancia con lo que sienten los demás, algo que resulta muy importante en un ambiente de trabajo. Empleados satisfechos, motivación y productividad son algunas de sus consecuencias. Para lograr el éxito en las comunicaciones, hace falta saber comunicar de manera eficaz y aprender a gestionar conflictos.

Ya lo dijo Jim Rohn, “somos la media aritmética de las cinco personas con las que pasamos más tiempo”. Tú también. Y tiene todo el sentido. Seguimos modas, copiamos gestos, acentos… Sin embargo, las emociones más contagiosas son las negativas, porque son las que nuestro cerebro capta para su supervivencia.

¿Qué te contagian las personas que te rodean? ¿Qué les contagias tú?

Sin conocer previamente tus propias emociones, será muy difícil identificar las ajenas, o incluso sentir empatía con las personas que te rodean.

Si eres capaz de reconocer y manejar tus propias emociones y las de los demás a través del uso correcto de las competencias emocionales, estás en el buen camino hacia el éxito. La pregunta es, ¿cuál es el nivel de desarrollo de tus competencias emocionales? ¿Cómo puedes entrenarlas?

Para eso están los nuevos métodos de aprendizaje desarrollados por profesionales, como IDIENA (Instituto de Inteligencia Emocional). El mundo necesita reinventar el concepto de máster y formar al alumnado con métodos audiovisuales, interactivos, digitales y prácticos centrados en las personas. Sin importar cuál sea su educación o profesión.

Todo lo que aprendas en el ámbito emocional puede ser mucho más relevante que todo lo que ya has estudiado hasta la fecha. Está demostrado científicamente. Si vas a entrenar tus competencias socioemocionales para ser más exitoso, o simplemente sentirte mejor contigo mismo, tienes que saber algo. No es cuestión de ponerse a leer libros o de asistir a seminarios. Puede ser mucho más entretenido con micro tareas prácticas, día a día. 

¡Apuesta por un método envolvente que interiorizarás como una experiencia inolvidable!

Aprendizaje social y emocional para la empresa

La inteligencia emocional no es un tipo más de inteligencia, como la verbal o la espacial. En realidad, implica hablar del funcionamiento real de nuestro cerebro. Durante siglos, la ciencia no consideró las emociones como objeto de estudio, de manera que la sociedad no las tenía en cuenta a la hora de hacer un razonamiento, de tomar una decisión o de relacionarse con las personas que les rodean. 

Los estudios sobre la materia han conseguido sacar las emociones del rincón en el que se encontraban dentro de nuestro cerebro para demostrar que interfieren directamente con la razón. 

En el trabajo, experimentamos numerosas emociones diarias, como la presión, el estrés, la alegría, la motivación, la preocupación… Pero ¿qué ocurre cuando aparecen varias emociones a la vez? ¿Cómo las identifico? ¿Qué puedo hacer para gestionarlas?

El uso apropiado de una simple emoción como la empatía puede ayudar a un jefe de equipo a la hora de estructurar responsabilidades, apoyándose en las preferencias de cada persona del grupo. Como consecuencia, el equipo tendrá mayor confianza y eficiencia.

A veces, expresamos nuestras emociones más fácilmente hacia otros que hacia nosotros mismos, lo que requiere un proceso de entrenamiento para aprender a reconocerlas y manejarlas. Imagina que tienes un problema con un compañero y le muestras tu enfado. Si lo analizas, quizá no sea únicamente un enfado, sino consecuencia de la ansiedad que te causan otras situaciones o relaciones. Incluso, puede ser que al mismo tiempo estés estresado o preocupado.

Cuando logres identificar tus emociones y verlas con claridad, podrás adoptar una postura al respecto. 

¿Empezamos a trabajar tus competencias socioemocionales?